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25Feb2013

Eduardo Cobo, del sueño de la arena al emprendimiento empresarial

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Latacunga. La vida de Eduardo Cobo Cruz cambió proporcionalmente desde que el Comité Ejecutivo de la Mama Negra lo eligiera  para representar al personaje central de la tradicional comparsa latacungueña en noviembre de 2011.

Descendiente de una familia sencilla, Eduardo dice estar convencido de que el valor humano de la gente es lo más valioso. Creció rodeado del afecto de su abuela Celia y de su madre Piedad Cruz. De su tío, Enrique Cruz, aprendió el valor del trabajo y el trato respetuoso a los demás. No cree en las jerarquías laborales ni sociales. Por casi 21 años, el trabajo de este emprendedor latacungueño dio paso al crecimiento y fortalecimiento de la empresa láctea Prodalecc.

El empresario que soñó con ser torero

Eduardo Cobo es el gerente de la empresa de lácteos Prodalecc, pero el haber crecido y vivido en un espacio cercano a la vida de hacienda y el ganado marcó en él la afición taurina que hasta ahora lo acompaña. “Ser torero era la profesión que yo quería”, dice como preámbulo para narrar que su intención de estudiar en la universidad la carrera de ingeniería en sistemas fue desplazada categóricamente por su deseo de ser torero.

En 1990, con 17 años de edad, debutó como novillero en el tentadero del Tenis Club, en Quito, junto al torero José Luis Cobo, el español Daudi Ocampo y Renato Terán (aficionado práctico). En esa ocasión sintió la emoción de estar en la arena y de recibir las miradas y aplausos del público, sin embargo, aquella etapa fue breve, pues Eduardo no tardó en entender que “de los toros no se puede vivir en este país”.

Su apego a los toros le hizo frecuentar las haciendas y paulatinamente se involucró en el proceso de producción de leche y decidió emprender en la comercialización de quesos, los que eran comprados en las haciendas vecinas. Con afecto menciona a su camioneta Silverado 1963, vehículo en el que recorrió las ferias de los cantones de Cotopaxi para vender su producto y la que ayudó a iniciar su negocio.

Conocer el proceso, una forma de caminar al éxito

Haber incursionado en la comercialización de quesos no fue suficiente para Eduardo Cobo, quien no se conformó con ser un intermediario y decidió emprender en la producción de ese derivado de la leche. Comenta que su actividad inició con un equipo por demás artesanal. “Empezamos de cero en el negocio y con un leve conocimiento”, dice, pues asegura que no conocía del proceso. Más tarde, decidido a sacar adelante su aspiración comercial, él mismo se encargó de recoger la leche, comprarla en la madrugada a los campesinos e iniciar la elaboración de quesos artesanales entre las 06:00 y 07:00, todos los días.

La venta de aquellos quesos debía ser inmediata, señala, pues no se contaba con la tecnificación para conservarlos. Esta situación llevó a buscar financiamiento para equipar la fábrica y adquirir maquinaria que le permitiera conservar su producto por más tiempo y extender el mercado. La fábrica se asentó en un terreno de propiedad de su tío Enrique Cruz. De allí salió el primer queso con el nombre “San José”. Esto dio paso –transcurridos 21 años- a lo que ahora es la empresa Prodalecc, de la que se desprenden las marcas: La Querencia (leche, quesos, yogurt), Natulac (leche), La Castellana (productos lácteos gurmet) y Bebidas Cob’s.

“Hoy soy el gerente, pero fui también obrero (…) aprendí a hacer todo: quesos, yogurt, leche, mover máquinas, manejo de pasteurizador. Sé cómo se saca leche a las vacas, cómo se recoge la leche en las haciendas (…) la vida me preparó para conocer el camino, para conocer el negocio de la industria láctea”, manifiesta

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